Comedor Pelícano

Ubicación: 11 Norte 747, Viña del Mar
Horario: 11.00 AM – 11.30 PM

Con menciones positivas varias de distintos influencers se nos metió entre ceja y ceja ir a ver si era tan bueno y nos encontramos con distintas cosas para destacar, pero hay un error que fue garrafal...

Nos topamos con un ambiente bastante acogedor al entrar. Una terraza en la recepción del local y otra en la vereda dan la bienvenida. Luego recorrer un pasillo y encontrarse con el bar a la derecha y fondo del espacio con un amplio spot de Cerveza Tropera, destacando que son los primeros en la V región en poner a disposición esta marca con una crítica bastante buena.

Todos los días hay alternativas de menú por $11.900 pesos que incluyen una entrada, fondo, bebestible y un café.

La carta contiene varias alternativas para omnívoros y veggies con un dominio claro de propuestas del mar, resaltando pulpo, ceviche, sandwich y algunos platos árabes.

Destacamos mucho el orden, pulcritud y limpieza de la cocina que pueden ser apreciados en todo momento del comedor. Un espacio de tamaño mediano donde circulan con total armonía los 3 chefs que están en el turno, que trabajan con rapidez y organización total.

En los bebestibles hay variedad en cocktails y mocktails de autor para pedir sin restricciones ni vergüenza. 

La atención se notó ágil y buena en el momento que estuvimos, destacando que había una ocupación del 50% del espacio aprox. y estamos hablando de las 14.00 hrs de un día martes.

Seleccionamos 3 alternativas random de la carta: un sandwich de pescado, una ensalada y un menú.

Menú: de entrada una crema de verduras que en realidad era una crema de zapallo. Muy buena consistencia y textura. Un poco excesivo el toque de jengibre pero si el picante o la comida thai es lo tuyo, esto te va a encantar. De fondo un Tabbouleh de Quínoa con Falafel. Muy bien sazonados,  buen sabor y textura. Lo que se espera de un platillo que parece simple pero que sorprende con sabores típicos de la comida árabe. Para beber elegimos de la opciones del menú una kombucha. Helada y fresca fue un aporte para la comida.

Ensalada: Milanga César.
Ensalada César típica con buen sazón, alcaparras fritas que combinan bastante bien y abundante queso rallado. Esto acompañado de una milanesa de pollo cubierta por la ensalada. Aquí hay un error de ejecución pues la lechuga y el aderezo humedecen rápidamente la cubierta del pollo que esta puesto como base y pierde toda la crocancia. Sería mejor buscarle otra ubicación a este elemento, quizás en un costado o arriba. 

Sandwich: Frita comedor.
Un pan de papa muy bien hecho que contiene una pieza de pescado frito muy suave, con un batido bueno pero no mata. La sostiene una cama de lechuga costina. Por encima una capa de queso cheddar gratinado, pepinillos y una salsa tártara de la casa.

Para cerrar nos aventuramos con un postre. La víctima seleccionada fue la Milhojas de Manzana. Nos avisaron que tenia un tiempo de espera de unos 20 minutos, aun así decidimos esperar porque cuando te avisan no es engaño. El resultado es muy bueno, el helado estaba 10/10 y el caramelizado de las láminas de manzana estaba perfecto. Hasta aquí toda la experiencia muy buena, pero llegó el café.

La verdad es que fue decepcionante la preparación del expresso. Un sabor muy ácido, sin cuerpo y terroso en exceso. Quizás fue el día pero mal para terminar una experiencia que iba bastante bien y en alto con el postre. 

El Comedor Pelícano es un buen lugar, tiene puntos de que preocuparse como maderas rotas, acceso un poco descuidado y sin duda alguna la preparación del café. Sus precios no son baratos pero tampoco exhesivamente caros y la preparación lo justifica. Tienes que ir sin duda. Nosotros volveremos porque nos falta el desayuno.

Nuestra calificación es:

Ambiente

Decoración

Atención

Precio

Preparaciones

Ubicación

6,6

Puntaje definido de 1 a 10

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